Pasamos un fin de semana donde nos coincidió con el belén viviente y recomiendo visitar el pueblo, estaba súper bonito y puedes ir andando desde la casa, quizás la subida es algo más cansada por la cuesta pero igualmente se hace, en la casa lo único que ecahmos de menos es algo más de calefacción, excepto la chimenea del salón, en el resto de habitaciones se pasa frio en invierno, hay una chimenea en el salón de arriba pero no se podía poner.
El lugar nos encantó, sin duda para repetir